Lectura complementaria:
Tomar apuntes no es simplemente escribir lo que se escucha o lee. Es un proceso activo de selección, organización e interpretación de la información. Al tomar apuntes de forma consciente, activamos habilidades cognitivas como la atención, la comprensión, la síntesis y la memoria. Esto no solo mejora el rendimiento académico o profesional, sino que también desarrolla nuestra capacidad de análisis crítico.
Además, los apuntes bien hechos se transforman en una herramienta de repaso personalizada, adaptada a nuestro estilo de aprendizaje y forma de pensar. Nos ayudan a detectar qué entendimos y qué necesitamos reforzar, convirtiéndose así en un espejo de nuestro proceso de aprendizaje.
Tips para mejorar la toma de apuntes
-
Escuchá o leé con atención antes de escribir. No anotes todo: registrá lo esencial, lo que resuena y lo que no querés olvidar.
-
Usá tus propias palabras. Esto te obliga a procesar lo que aprendés y no simplemente a copiar.
-
Creá un sistema visual propio. Subrayados, flechas, colores, márgenes o símbolos ayudan a organizar la información y recordarla con mayor facilidad.
-
Releé y completá tus apuntes después. Unos minutos luego de la clase o lectura, revisalos, agregá ejemplos, aclaraciones o buscá respuestas a dudas que hayan surgido.
-
Digital o en papel: elegí lo que mejor funcione para vos. Lo importante es que te sientas cómodo y que el formato te ayude a pensar.
Cómo integrar los apuntes a tu rutina de estudio
-
Usalos como base para tus resúmenes o mapas mentales. Son el primer filtro de información.
-
Transformalos en preguntas. Esto es ideal para prepararte para exámenes orales o escritos.
-
Completalos con fuentes adicionales. Libros, podcasts o artículos pueden darte otras perspectivas sobre lo mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario