Ansiedad, estudio y comida: cuando el hambre no es hambre
Lo que aprendí estudiando… y escuchando a mi nutricionista
Pasamos horas frente a la compu, estudiando, rindiendo parciales, entregando trabajos… y sin darnos cuenta, comemos. Pero no porque tengamos hambre real, sino porque sentimos ansiedad —textuales palabras de mi nutricionista, que me enseñó mucho—.
Esa ansiedad aparece cuando estamos estresados, frustrados o simplemente agotados. Y claro, después llegan los kilos de más, la culpa y la pregunta de siempre: ¿por qué no me puedo controlar?
La verdad es que no se trata de fuerza de voluntad, sino de entender lo que está pasando adentro.
¿Comés por hambre o por ansiedad?
Un ejercicio simple pero poderoso: la próxima vez que quieras comer algo, preguntate esto: ¿Tengo hambre física o quiero calmar algo que siento? —Otra de las enseñanzas valiosas de mi nutricionista Agus.
Si descubrís que lo que necesitás es alivio emocional, no te castigues. Es algo común, y tiene solución.
Estrategias reales para momentos de ansiedad
- Escribí lo que sentís: Antes de ir a la cocina, anotá: “Me siento ansioso/a porque…”. Ponerlo en palabras ayuda a bajar la intensidad.
- Respirá antes de decidir: Tres respiraciones profundas pueden cambiar tu impulso. Es tu momento para recuperar el control.
- Cambiá el “premio”: En lugar de comida, probá con una ducha caliente, una canción, un paseo o una charla.
- Tomá agua: Parece básico, pero muchas veces el cuerpo confunde ansiedad con sed.
- No te exijas perfección: Si comiste por ansiedad, no pasa nada. No es un fracaso, es información.
La ansiedad no se resuelve con una dieta. Se trabaja con amor propio, paciencia y herramientas emocionales. Si estás en esa lucha, no estás solo/a. Y si estás leyendo esto, ya diste el primer paso: reconocerlo.
Tu cuerpo no necesita castigo. Necesita cuidado. Y vos también.
Reflexión personal
Todo lo que comparto aquí es fruto de mi experiencia personal y lo que fui aprendiendo. Como estudiante, pasé por muchas situaciones difíciles relacionadas con la ansiedad y la alimentación, y sé lo duro que puede ser sentirse desbordado.
Mi intención al escribir esto es simplemente compartir lo que me ayudó y ofrecer apoyo a quienes puedan estar pasando por lo mismo. No estás solo/a en esto, y siempre hay formas de mejorar tu bienestar emocional y físico.
5 recursos prácticos para identificar el hambre emocional
- Identificar el hambre real vs. emocional: preguntate “¿Tengo hambre física o quiero calmar algo que siento?”
- Anotar lo que sentís antes de comer: escribir ayuda a bajar la ansiedad y frena el automatismo.
- Respirar antes de abrir la heladera: 3 respiraciones profundas funcionan como “corte” emocional.
- Cambiar el “premio”: reemplazar comida por una experiencia sensorial agradable (una infusión, estirarte, escuchar música).
- Hablar con alguien: a veces, expresar lo que nos pasa es todo lo que necesitamos.
Receta saludable: Pan de banana integral
Porción sugerida: 1 rebanada (tamaño palma de la mano)
Ingredientes:
- Harina integral – 400 g
- Bicarbonato – 2 cditas
- Nueces trozadas – 150 g
- Manteca ghee o clarificada – 100 g
- Huevos – 2 unidades
- Puré de bananas – 100 g
- Polvo de hornear – 2 cditas
- Sal – 1 pizca
- Azúcar negra – 250 g
Preparación:
- Colocar en un bowl: harina integral, nueces, bicarbonato, polvo para hornear, sal y azúcar. Mezclar bien.
- En otro recipiente: unir el puré de bananas con la manteca clarificada. Agregar los huevos e integrar.
- Unir ambas mezclas hasta obtener una masa homogénea.
- Verter en molde previamente enmantecado. Hornear en horno medio precalentado (180 °C) durante 50 minutos.
- Dejar enfriar y cortar en rebanadas. Ideal para acompañar una infusión o merienda consciente.
💛 Un pan con fibra, sin harinas blancas y lleno de sabor. Perfecto para momentos donde necesitás cuidarte sin dejar de disfrutar.
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