Ansiedad y estudio: cuando el estrés se vuelve parte del problema
Este artículo y el video que lo acompaña invitan a repensar cómo vivimos el estrés académico. Muchas veces lo vemos como el enemigo, cuando en realidad puede transformarse en una herramienta de crecimiento si lo entendemos y gestionamos mejor.
El siguiente video —“How to make stress your friend”, de Kelly McGonigal— propone una mirada distinta: aprender a usar la energía del estrés a favor, en lugar de luchar contra él. Ideal para estudiantes que sienten que la ansiedad y la presión del estudio los sobrepasan.
¿Por qué nos estresamos al estudiar?
Exámenes, parciales, trabajos en grupo y metas personales generan un nivel de exigencia constante. Nuestro cuerpo responde como si estuviera frente a una amenaza real: corazón acelerado, tensión muscular, mente que no para.
Pero el estrés, bien gestionado, puede ayudarnos a rendir mejor. Según McGonigal, el problema no es sentir estrés, sino creer que es dañino. Cambiar esa interpretación transforma la respuesta del cuerpo y la mente.
Cómo transformar la ansiedad en energía útil
- Reconocé tus sensaciones: ese nudo en el estómago no es un enemigo; es tu cuerpo preparándote para actuar.
- Reencuadrá el pensamiento: en vez de decir “estoy nervioso/a”, probá “estoy listo/a para este desafío”.
- Respirá con propósito: la respiración profunda regula el sistema nervioso y mejora la concentración.
- Buscá apoyo: hablar con compañeros o docentes reduce la carga emocional.
- Convertí la presión en acción: organizá tareas pequeñas y concretas. El avance, aunque mínimo, baja la ansiedad.
El vínculo entre estrés y alimentación
Cuando el estrés se acumula y no se libera, aparece el hambre emocional. Comer por ansiedad no es debilidad; es una forma de buscar alivio. Sin embargo, al entender el origen del malestar, es más fácil elegir respuestas más saludables: moverte, hablar, respirar o simplemente descansar.
Reflexión final
No se trata de eliminar el estrés, sino de redefinirlo. Si lo asumís como una señal de que algo te importa, cambia tu forma de vivirlo. Aprender a estudiar sin miedo al estrés es un acto de inteligencia emocional y autocuidado.
Tu mente y tu cuerpo no están en tu contra: están intentando ayudarte a superar el reto.
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