Un meme, un comentario, una etiqueta... y una llamada inesperada

Publicaste un meme sobre tu jefe. Solo lo vieron tus 100 seguidores.
Te etiquetaron en un video durante tu horario laboral.
Comentaste algo irónico en una noticia que involucraba a tu empresa.
Y unos días después... te llama Recursos Humanos.
¿Pueden despedirte por eso?
La respuesta corta: sí, en algunos casos.
La respuesta completa: depende, y ahí se cruzan dos mundos:
la libertad de expresión y las obligaciones laborales.
¿Qué dice la ley laboral argentina?
La Ley de Contrato de Trabajo (LCT) establece ciertos deberes de conducta incluso fuera del horario laboral. Uno clave es:
Artículo 63 – Buena fe:
“Las partes están obligadas a obrar con lealtad y solidaridad, ajustando su conducta a un modo tal que resulte compatible con los fines del contrato y con el deber de colaboración.”
En resumen: no podés hacer cosas que afecten la imagen, la reputación o los intereses del empleador, aunque sea desde tus redes personales.
¿Qué publicaciones pueden justificar un despido?
- Insultar o burlarte de la empresa o de tus jefes.
- Compartir información confidencial o interna.
- Criticar públicamente decisiones de la empresa.
- Subir contenido comprometedor en horario laboral.
- Acosar o denigrar a compañeros desde redes sociales.
En estos casos, la empresa puede aplicar un despido con justa causa (Art. 242 LCT), si demuestra que se rompió la confianza laboral.
¿Y si tu cuenta es privada?
Una cuenta privada no garantiza protección total. Si el contenido se difunde (por ejemplo, alguien toma una captura), puede generar consecuencias legales.
Libertad de expresión vs. deber de fidelidad
El derecho a expresarte (Art. 14 CN) no es absoluto cuando afecta:
- La reputación y funcionamiento del empleador.
- Las condiciones del contrato de trabajo.
Los tribunales analizan el contexto, la intención y la repercusión de lo que se publica.
Jurisprudencia relevante
Bonelli, Adriana c/ Nextel Communications Argentina S.A.
(CNAT, Sala VI, 2015)
Se convalidó el despido de una trabajadora por publicaciones que afectaban la confianza laboral y contenían expresiones ofensivas hacia superiores.
Recomendaciones prácticas
- No hables mal de tu trabajo en redes, ni “en broma”.
- No publiques información sensible de la empresa.
- Usá los canales internos para quejas o reclamos.
- Recordá: lo que se sube, circula. Aun sin tu permiso.
Sí, podés ser despedido por lo que publicás en redes, si eso rompe la confianza laboral, afecta la imagen del empleador o contradice tus obligaciones contractuales.
Usá tus redes con responsabilidad. Hoy más que nunca, el límite entre lo público y lo privado es muy fino.