Cuando estudiar no fluye: dislexia y otras dificultades invisibles
No todos aprendemos igual. Algunos leen una sola vez y lo entienden; otros necesitan más tiempo, apoyos visuales, repetir en voz alta o reorganizar lo que ven… Pero eso no significa que sean menos capaces: sólo que aprenden distinto.
En Argentina, cada vez más personas reciben diagnósticos tardíos de dislexia, dislalia, TDA o problemas de procesamiento verbal. Y el impacto no se reduce a la escuela: muchos estudiantes universitarios llegan con dudas, frustraciones y la sensación de “no poder” cuando el verdadero problema es otro.
¿Qué sucede cuando se ingresa a la universidad con una dificultad no detectada?
Se enfrentan a lecturas interminables, clases que avanzan rápido, finales orales que paralizan, parciales que se desaprueban sin entender por qué. Surge la comparación con otr@s, la angustia y la idea de que el problema está dentro.
El problema no es la capacidad: es la herramienta.
Una forma distinta de aprender también es válida
Este espacio está pensado para quienes descubren, ya en la universidad, que estudiar cuesta más de lo que parecía. Para quienes necesitan estructuras, materiales y estrategias adaptadas a su manera de aprender. Aquí se propone acompañar con métodos concretos para estudiar mejor, organizarse y avanzar con confianza.
Acceso y acompañamiento
La educación inclusiva no debería depender del bolsillo. Si tenés entre 17 y 21 años, cursás en una institución pública y no contás con cobertura privada, podés acceder a tarifas reducidas. El objetivo es claro: ningún estudiante debe quedar fuera por falta de recursos.
Recursos disponibles en Argentina
- Ley N.º 27.306 – Abordaje integral e interdisciplinario de las Dificultades Específicas del Aprendizaje.
- Programas de inclusión universitarios (según cada institución).
- Equipos de orientación o consejería estudiantil, disponibles en muchas facultades.
- Iniciativas independientes que ofrecen acompañamiento desde la empatía y el conocimiento.
¿Cómo arrancar?
- Animarse a pedir ayuda.
- Confiar, aunque sea un pequeño paso, en que podés.
- Comenzar con un método adaptado a tu forma de aprender.
Una vez comenzado, se construye la rutina. Se adapta, se ajusta, se avanza. Si esto te representa, escribime via el blog o por WhatsApp. Ningún estudiante queda afuera si tiene ganas de seguir adelante.
